Últimamente he estado pensando en la forma tan repentina en que puede terminar una vida.
Personas muy cercanas a ti, familia, a quienes amas… conocidos, parientes de amigos tuyos, de compañeros de trabajo, incluso gente de la que nunca has sabido antes… de repente te enteras de que han dejado de estar en este plano terrenal y han pasado a lo que nos referimos como “mejor vida”.

Recientemente lo he vivido en carne propia, la pérdida de un ser querido, y eso es lo que me ha puesto a reflexionar.
¿Qué tan satisfechos estuvieron de sus vidas?
¿Estarían orgullosos de sus relaciones, de sus logros, de sus experiencias?
¿Habrán tenido algún arrepentimiento?
Y entonces, me he hecho las mismas preguntas, y aquí te las planteo para que también hagas un recuento de lo que ha sucedido en tu tiempo en este planeta y valores lo que tienes, lo que has disfrutado, lo que has experimentado.
Vivimos entre tanta información, entre tantas “necesidades urgentes”, entre tantos deseos y aspiraciones, entre tanta demanda de nuestra atención y nuestros esfuerzos que no hacemos una pausa para ver nuestra vida desde una perspectiva que nos permita atesorar la oportunidad de vivir grandiosamente.
¿Cuándo fue la última vez que te detuviste, respiraste, apreciaste el momento presente, dejaste de preocuparte por la vorágine de movimiento en el mundo que te rodea, que no te sentías estresado, cansado, sobrepasado y perdido?
Le dedicamos tanto tiempo a nuestras ocupaciones diarias que no nos damos cuenta de que nuestro tiempo es limitado y cada instante que pasa nos acerca al momento en que tampoco estaremos.
Se nos olvida que el mundo ya estaba aquí cuando llegamos y que aquí seguirá cuando nos vayamos… al mundo le importan un cacahuate tus problemas y preocupaciones.
Sin embargo, quienes te aman, a ellos si les importa cómo estás, lo que sientes, tus necesidades emocionales… ser una parte más prominente en tu vida.
Hay que empezar a cambiar la forma en que nos gastamos el tiempo que nos está siendo regalado, hay que apreciar de verdad las maravillas del universo que están a nuestro alcance, hay que vivir de verdad, y no sólo existir.
A nuestro alrededor hay demasiada gente con ansiedad, con depresión, con dolor, con una expectativa negativa de la vida, sin amor para dar, sin deseos a futuro, sin nada que les motive y hasta sin ganas de vivir.
No seas una de ellas.
Hay tantas cosas para disfrutar, tanto amor para recibir y para dar, tanta alegría y momentos inolvidablemente felices, y todo esto está al alcance de ti.
Hoy te invito a que hagas todo aquello que no te has atrevido a hacer, aquello a lo que le tienes miedo pero que a la vez sabes que te daría una satisfacción plena, que pruebes nuevas cosas, tengas nuevas aventuras, cambies aquello que quieres y necesitas cambiar… cambia tu vida entera si es necesario.
¿Es fácil? Absolutamente NO.
Probablemente es lo más difícil que hayas de afrontar en tu vida.
Pero vale la pena.
Te lo aseguro.
Anímate, motívate, cree en ti, siéntete orgulloso de tus logros, ama más que nunca, viaja todo lo que puedas, conoce a la mayor cantidad de personas que puedas, habla con niños, platica con adultos, intercambia ideas con gente de todo tipo… ¡enriquece tu vida!
Piensa que sólo nos queda vivir como si no hubiera mañana, porque algún día tendremos la razón.
Recuerda, si te levantas cada mañana como una nueva persona, con una nueva mentalidad, una nueva naturaleza, con un nuevo corazón y con una nueva manera de pensar, entonces tendrás una nueva vida, un nuevo futuro, una nueva esperanza y un nuevo destino.
¡Vive grandiosamente mientras vivas!
Bình luận