Por: Edrick Reyes
Por ahí leí que cuando piden tu opinión, tienes toda la libertad de decir lo que piensas, y cuando no te la piden, caes en la imprudencia. Pero ¿qué pasa cuando verdaderamente quieres dar tu opinión sin que te la pidan? … pues te pones a escribir como yo verdad? ¡jajajaja!, mala broma.
¿Y ojo eh? hablamos de tener las bases y conocimiento para decir lo que pensamos, entonces no tiene nada de malo en decir lo que uno piensa, siempre y cuando no ofenda a nadie.
Comienzo con estas palabras ya que hoy estamos en un nuevo gobierno, una nueva administración estatal pública, que por fin hubo congruencia al tomar la decisión correcta en resurgir la extinta Secretaria de Turismo del Estado. Y aplaudo el hecho, me da gusto que por fin se le dé la importancia que merece, por lo menos este pequeño gran paso nos va ayudar bastante como destino. Pero que el sector no se quede atrás, debemos dejar de pensar y de ver las cosas con un solo ángulo, tenemos que ser COLECTIVOS, dar pie a las nuevas ideas, nuevas caras, nuevas generaciones que aportan trabajo, creatividad, energía. Y por sobre todas las cosas, pasión, esta siempre provoca cambios muy positivos.
Hablamos de que Baja California es la capital de todo, cerveza, vino, salud, médico y bienestar, gastronomía, entre otros. Pero, ¿qué pasa con nuestra pasión? ¿Acaso el visitante se ha vuelto nada más un símbolo o un número? ¡NO!, no podemos caer en ese conformismo de: “el turista siempre viene”.
Tenemos que unir esfuerzos y mejorar en todos los sentidos.
Hace poco tuve un viaje de negocios que me hizo reflexionar mucho, estuve cerca de 20 días y me percaté de la gran labor que esa ciudad realiza para hacer del turista una experiencia más para el destino. Todos trabajando bajo el mismo techo, sin más ni menos. Todos bajo una línea de congruencia entre lo que dicen y lo que ofertan. Me encantó cómo desarrollaron un proyecto para la ciudad destacando sus principales atractivos turísticos culturales. Y ahí se fueron, por esa vía y vaya que les ha funcionado muy bien, no la cambian, simplemente la evolucionan.
Todos los que trabajamos en este bonito sector, debemos actuar y hablar con congruencia, no podemos dejar todas nuestras fichas en un nuevo nombramiento o en una nueva oficina de turismo, los funcionarios van y vienen, nosotros somos los que nos quedamos trabajando día y noche, sábado y domingo; creyendo que todo va a mejorar y hacer lo propio para lograrlo. ¡Eso es pasión! hacer las cosas y poner tu fe en tu trabajo, al final, es un pastel muy grande para todos.
Recuerdo escuchar los comentarios cuando comenzó la pandemia: hoteles, restaurantes, delis, medios de transporte, sitios de souvenirs, etc., todo en esa etapa fue negativo, económica y emocionalmente; solo se quería que llegaran un poco de turistas. Pedíamos al gobierno que implementara mejoras, las condiciones, apoyos para toda la cadena productiva turística…la pasamos mal.
No deseábamos otra cosa que no fuera tener huéspedes, clientes o turistas en nuestros negocios.
Hoy tenemos casa llena, algunos con más planta laboral o mayores ingresos. Las condiciones cambiaron, pero nosotros nos quedamos igual. No entendimos que el turista no nos hace un favor al venir a nuestros centros de consumo, nosotros somos parte de su experiencia y el recuerdo que se lleva a casa. Ahí esta la oportunidad en la congruencia con lo que decimos y con lo que hacemos.
Cabe recalcar que no soy idealista, soy propositivo y creo profundamente que sí podemos mejorar como ciudad y Estado. Ya lo hemos hecho, pero tengamos el suficiente ego para decir que podemos cambiar nuestro entorno, la enorme humildad para dejarnos ayudar y la pasión para hacerlo.
Dejemos los comentarios negativos de lado, mejor hablemos de ideas, hablemos de negocios, hablemos de cómo ser mejores turismólogos.
Y tú, ¿qué opinas?
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