Por: Edrick Reyes
Según el Barómetro de la OMT, Organización Mundial del Turismo, el turismo internacional se redujo en más del 70% en los ocho primeros meses de 2020 con respecto al mismo periodo del pasado año. Asia y el Pacífico, registró un descenso del 79% en las llegadas de enero-agosto de 2020. África y Medio Oriente, ambas con una caída del 69% en estos ocho meses, mientras que Europa experimentó un descenso del 68% y las Américas del 65%. Este gran impacto afecta a cerca de 120 millones de empleos turísticos directos en situación de riesgo.
De acuerdo a la OMT, en su herramienta Índice de Confianza, seguimos en mínimos históricos. La mayor parte de los expertos de dicho organismo, prevé un repunte del turismo internacional en el tercer trimestre de 2021 y un nivel superior para el 2023. Los expertos consideran las restricciones de viaje como la principal barrera hacia la recuperación del turismo internacional, aunado a la falta de cuidados por parte de la gente y la contención del virus, baja la confianza de los consumidores.
Sin embargo, siempre hay un lado positivo. Ya existen señales importantes de una demanda reprimida significativa, que se refleja en el rápido aumento de las reservas cuando las condiciones lo permiten, así como en el crecimiento de los mercados internos y turismo doméstico, como se le conoce.
México ha sido uno de los países más activos para una pronta recuperación. La iniciativa privada puso en marcha una serie de objetivos con el fin de mitigar el impacto económico en sus empresas y hacer despidos. Cuando anteriormente el enfoque era más del 60% en esfuerzos de atraer al turista extranjero, particularmente el norteamericano, decidieron aplicarlo al mercado interno. Un excursionista-turista -híbrido que se da en momentos difíciles-, pero con los estrictos cuidados.
El turismo de aventura, ecoturismo y turismo gastronómico, fueron algunos de los que lograron adaptarse a una nueva forma de hacer turismo. Con datos del Tourism Recovery Tracker, nuestro país, en comparación con otros con características similares, se encuentra al mes de mayo en un -23% respecto al consumo turístico interno. Es un dato alentador, pero el turismo interno no es lo suficientemente fuerte como para impulsar la recuperación total de aquellos destinos que dependen claramente del turismo receptor.
Por nuestro lado, no únicamente contamos con sol y playa, tenemos muchos otros atractivos y productos turísticos que nos hace versátiles al momento de ser receptores del turista. Baja California, por ejemplo, es un destino que vive con más del 60% del turismo extranjero. Su frontera con el vecino país ha permitido que haya mayor cantidad de excursionistas-turistas (personas que cruzan la frontera hacia nuestro estado), consumen, dejan derrama económica y regresan a su lugar de origen.
Tenemos números alentadores y prometedores para el futuro que nos avecina. Pero esto no significa que debemos baja la guardia sino seguir con los cuidados, vacunarnos -si no lo hemos hecho- y tomar mayor responsabilidad de nuestras acciones cuando salimos de casa siendo turistas responsables.
La reanudación del turismo nos importa a todos y debemos cambiar ese “chip”. Recordemos que no estamos en una época de cambios, sino que en un cambio de época. El turista exige y nosotros debemos aplicar nuestras normas y reglas.
Mi perspectiva es que, si vamos por un buen camino, tenemos con qué diferenciarnos a otros destinos e invitar a nuevos turistas. La tendencia es clara, cero o el mínimo contacto en multitudes, llevar gel antibacterial, usar el cubre boca siempre que estemos con personas y cuidar del entorno turístico.
Se avecina un nuevo gobierno en nuestro estado y créanme, no necesitamos de un logo nuevo, no necesitamos de más promoción desorganizada. Lo que el estado y su sector requiere es:
· Planeación.
· Innovación.
· Sensibilización ante el sector.
· Trabajo organizado.
· Gestión.
Como siempre, me encantaría leerte y saber… ¿qué opinas?
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