Por Héctor J. García
En México, el 61% de la población se considera “de clase media”. Para los parámetros del país, dentro de ese 61% de personas, hay quiénes son de clase baja, e incluso un porcentaje pequeño son clase alta.
Considero que el término “clase media” tiene una connotación aspiracional, lo cual es muy positivo, ya que se convierte en un referente para personas que, si bien hoy en día ganan menos de 9,000 pesos mensuales, se están proyectando para tener mejores ingresos con el tiempo.
Soy de la idea de que a nivel ingresos, el término “clase media” es una falacia, ya que pone en la misma canasta a alguien que gana 20,000 pesos mensuales y a alguien que gana 80,000 pesos mensuales. La diferencia entre estos dos montos es abismal, y será determinante en los bienes que podrán adquirir, por ejemplo, la vivienda o el vehículo personal.
Volviendo a la connotación aspiracional que tiene el término “clase media”, esta puede ser decisiva en la exigencia de políticas públicas como sociedad. Esto es medible, ya las personas que se consideran de clase media son más proclives a cambiar de partido por el que votan entre una elección y otra. Es decir, tienden a razonar su voto y premiar o castigar según los resultados que observan.
Un claro ejemplo de esto fue la elección pasada en la CDMX, cuando morena perdió más de la mitad de las alcaldías, lo cual enfureció a la Jefa de Gobierno y al mismo Presidente, quiénes se han dedicado a fustigar a “la clase media”, en vez de analizar cuáles políticas públicas oportunas han faltado, y por las que perdieron en la Capital.
Los políticos de la “vieja escuela priísta”, como el presidente AMLO, están acostumbrados a que alguien nace y muere votando por el mismo partido. Seguramente en 2018 pensó que aquellos votantes ya serían vitalicios…. ¡¡Y toma!!... Hay un relevo generacional de votantes que son más exigentes en cuanto a políticas públicas. Esta exigencia de la población, hará que con el tiempo los partidos SÍ o SÍ ofrezcan a los candidatos más competitivos.
Considero que un triunfo de la clase media se dio hace unos días con la derrota de la CTM en las elecciones sindicales de la empresa General Motors en Silao, Guanajuato. Soy de la idea de que estos sindicatos son ideológicamente afines a AMLO respecto a que no les conviene un verdadero crecimiento cultural de las personas, siéndoles más redituable que los trabajadores sean poco aspiracionales y conformistas.
Hago un llamado a la población para que no claudiquen en sus aspiraciones, ya que es legítimo anhelar mejores condiciones de vida. Seamos cada vez más exigentes con la clase gobernante, para que de ese modo vayamos teniendo mejores perfiles como candidatos a elegir.
¡¡Que contradicción!!… El Presidente se ha quejado de los “aspiracionistas clase-medieros”, y él mismo es alguien con aspiraciones, mismas que lo llevaron a ocupar el Honroso cargo que hoy tiene.
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