"Las ciudades y su gente"
Por Luz Elena Picos
Es el fenómeno social que en los últimos años se ha convertido en un enorme problema para las naciones, dicen los expertos que llegó para quedarse. Por supuesto que migrar del campo a la ciudad, de una ciudad a otra o a un país, es algo que con el tiempo vemos normal.
En los inicios del año 2000 el académico Rodolfo García Zamora alertaba que México no estaba preparado, para enfrentar el retorno de los migrantes mexicanos a su país. En aquellos tiempos ya se hablaba del problema que significaría la deportación desde los Estados Unidos de América. INDESOL (parece que ya desaparecido en el gobierno federal) convocó a expertos para que elaboraran programas que pudieran hacer frente al posible retorno masivo de los compatriotas.
Ya desde entonces los Organismos de la Sociedad Civil contaban con Casas para Albergar por corto tiempo a los migrantes. En la frontera sur y norte de la república fueron fundando esos tan necesarios albergues. Y el gobierno federal, en lo posible fue creando programas de apoyos económicos para fortalecer a los grupos de la sociedad civil y de distintas iglesias para que cumplieran sus programas.
En alguna ocasión la Lic. María Angélica Luna Parra (QEPD) en su época como titular de INDESOL expresó una gran verdad (hoy olvidada por el gobierno federal) “Una democracia creativa es la participación que surge de la ciudadanía para proponer cambios y soluciones”. Luna Parra, inolvidable funcionaria, sensible y siempre dispuesta a responder con acciones complementarias a personas con inquietudes de sumar esfuerzos a los gobiernos, para aportar soluciones. Hoy nos hace falta humanistas como ella.
En este momento en que la migración está fuera de control, debido a que por parte de la autoridad se reciben mensajes contradictorios, hace falta fortalecer las acciones con la unión de gobierno y sociedad civil. Que haya hombres y mujeres desde la función pública, que acepten el ofrecimiento desde el voluntariado. Es imposible que solos, cada grupo humano se pueda enfrentar a esta difícil situación en la que se encuentran los migrantes.
Por el sector del voluntariado ayer y hoy siguen demostrando su interés en servir, su capacidad de organización, su creatividad para buscar ayudas. La enorme mayoría de esos OSC son personas que tienen muchos años con ese compromiso social, por eso su capacidad de servir. Cuanto desearíamos que esas mismas cualidades descritas, las encontráramos en el sector de los distintos gobiernos. Pero hasta ahora, han fallado a esas necesidades, les importa más demostrar que ellos son los que saben. Que les basta con extender la mano y entregar unos centavos.
Cuando lo indispensable es crear programas, para responder a las necesidades antes de que hagan crisis. Hoy tratan de solucionar los problemas que están fuera de control.
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