La uva de los ochenta nombres
- Joaquin Fernández Rizo
- 8 abr
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Joaquín Fernández Rizo.
Director de la Escuela Mexicana de Sommeliers en Tijuana.
“… ¡Oh hideputa, bellaco y cómo es católico! … ¿este vino es de Ciudad Real? …”

No se concibe a España sin Cervantes y su caballero andante, el entusiasta desfacedor de entuertos y su fiel y ocurrente escudero Sancho. Este último gran aficionado al buen vino y conocedor de la materia, saber que le viene de linaje de parte de padre, que, según cuenta, estaba emparentado con los dos más excelentes mojones que en luengos años conoció la Mancha. Como tampoco puede uno imaginar a España sin sus afamados vinos de tempranillo. Uva con presencia muy significativa en la cultura y en toda la geografía peninsular.
La Tempranillo, la uva de los ochenta nombres, es una de las variedades más importantes y extendidas en la Península Ibérica, especialmente en España y Portugal. A lo largo de la historia, esta uva ha demostrado una gran versatilidad y capacidad para adaptarse a diferentes condiciones climáticas y edafológicas, lo que ha dado lugar a una amplia variedad de expresiones enológicas en la región.
También conocida como Tinto Fino, Tinta del País, Tinta de Toro, Tinta Roriz, Aragonés, Cencibel, Ull de Llebre, Chinchillana, Palomino Negro, Escobera, Verdiell y Cencibera esta uva tiene su origen en el valle del Ebro, nacida de una hibridación espontánea de dos variedades: la Albillo Mayor y la Benedicto, según una investigación del Instituto de Ciencias de la Vid y del Vino
En España, más de 220,000 hectáreas plantadas la hace la variedad más cultivada. Se encuentra prácticamente en cualquier rincón de la geografía española y está autorizada en 38 denominaciones de origen y como variedad preferente en 14 de ellas, destacando de entre ellas la (DO) Rioja.
En Rioja, la Tempranillo se expresa de manera única, con un estilo que combina la complejidad y la elegancia. En la Rioja la altitud oscila entre los 250 y 500 metros. Tiene un clima no tan continental, y una influencia atlántica al oeste y mediterránea al este, con vientos templados que mantienen las temperaturas controladas, derivando en vinos de graduación contenida, con fruta más fresca. Los vinos de Rioja suelen ser de gran complejidad aromática; afrutados, con notas de fresa, cereza, y un toque de vainilla y roble debido a la crianza en barricas. La Tempranillo de Rioja es conocida por su acidez y su tanino suave, lo que la hace ideal para la crianza y el envejecimiento.
En la región de Ribera del Duero, la Tempranillo o Tinta del País, o Tinto Fino, también es la variedad principal. Sin embargo, su clima continental, la altura, sus inviernos largos y duros, y los veranos cortos donde las temperaturas diurnas pueden alcanzar máximas de hasta 40º C y que por las noches pueden bajar hasta los 20º C hacen que la uva tenga una piel más gruesa y más azúcar, que aseguran color y grado alcohólico que hacen que el vino se exprese de manera diferente, con un estilo más intenso y complejo. Los vinos de Ribera del Duero suelen ser más concentrados y con un mayor contenido de taninos, lo que les da una estructura más robusta y un potencial de envejecimiento más largo.
En la región de Toro, la Tempranillo es conocida como "Tinta de Toro" y se expresa de manera única, con un estilo que combina la potencia y la complejidad. Aquí, la Tinta de Toro se desarrolla en un clima continental extremo, con influencias atlánticas, con poca lluvia, cuenta con una época de maduración de 230 días, cálida e intensa, que explica la contundencia de sus vinos. Sus vinos suelen ser más intensos, con marcada mineralidad, con un grado elevado de alcohol, mucho color, y un mayor contenido de taninos que los vinos de Rioja y Ribera del Duero, lo que les da una estructura más robusta. Cabe mencionar que existe discrepancia de criterios en cuanto a que, si la Tinta Toro es o no tempranillo, habiendo quienes la consideran una variedad separada, pero los estudios genéticos y ampelográficos han demostrado que es una clona del tempranillo que se ha adaptado a condiciones climáticas y edafológicas específicas de la región, lo que le ha otorgado características únicas y un perfil de sabor distintivo.
En la región de Castilla-La Mancha, la uva Tempranillo es también una de las más importantes, especialmente en la DO La Mancha donde también se le conoce como Cencibel. En esta región, la uva se expresa con un carácter más fresco y afrutado, con más suavidad y elegancia
En Portugal, a la tempranillo, específicamente en la región del Duoro, se le conoce como Tinta Roriz, donde da vida a los fascinantes oportos, mientras que en Alentejo se le conoce como Aragonés. Estas variantes de tempranillo se expresan de manera única, con un estilo que combina la elegancia y la complejidad. Los vinos portugueses elaborados con estas variantes suelen tener un carácter más intenso y complejo, su color también intenso es rojo con tonos violeta, aromas de frutas rojas, especias y un toque de vainilla y con un mayor contenido de taninos que los vinos españoles.
Ull de Llebre es otro de los 80 nombres de la uva tempranillo. Así se le conoce en la región del Penedés y en el Priorat de Cataluña. La Ull de Llebre da vinos muy distintos dependiendo la zona donde se cultive. La región del Penedés, con sus suelos calcáreos con buena retención de agua, de pendiente moderada y una altitud de entre 200 y 800 metros sobre el nivel del mar nos brinda vinos más frescos y afrutados, mientras que el Priorat, con sus suelos únicos de licorella, ricos en cuarzo y mica, pero pobres en nutrientes, con baja capacidad de retención de agua y pendientes pronunciadas que van del 30 y 50% nos ofrece vinos más complejos y mineralizados.
Los vinos de la variedad Ull de Llebre tienen un particular color rubí y en nariz un acentuado carácter frutal que en los vinos jóvenes se acompañan de tenues toques florales y herbáceos, mientras que los vinos con crianza desarrollan aromas que evolucionan hacia los especiados, vainillas y tabacos. En boca, son sedosos, de discreta acidez y taninos algo astringentes.
Resumiendo, y para no distraerte más querido lector, termino diciéndote que la Tempranillo es un varietal muy versátil y adaptable, que se expresa de manera variopinta en las distintas regiones de la Península Ibérica. Adaptándose y transformándose a la edafología particular de cada zona y terroir, eso sin hablar del resto del mundo donde también se aclimata y expresa acentos particulares. Esta extraordinaria uva sabe adaptarse y nos ofrece una variedad de estilos y sabores que van desde la complejidad y elegancia de los vinos riojanos hasta la potencia y complejidad de los vinos de Toro. Desde vinos sencillos y afrutados de cosechero hasta los más deseados vinos de reserva de bodegas de renombre. Esta es la uva de España... ¡Joer!
Y sí…”¿qué corazón de haber tan de mármol podría rechazar una copa de vino?”
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