Por Fernando Maroño
Amor…
Una simple palabra de 4 letras que igualmente debería ser simple de sentir, expresar, vivir y compartir… pero la gran mayoría de las veces no es así.
Nuestra naturaleza humana siempre tiende a complicar las cosas, y aún en algo en lo que debería existir tanta simpleza como es el amor, nos las arreglamos para hacer de él lo más complejo posible.
Desde que nacemos sentimos el amor de nuestros padres, hermanos, familia, y a medida que vamos creciendo llega el amor a nuestros amigos y después: el amor a aquella persona ajena que se convierte en nuestra pareja.
Empezamos con amores inocentes, ilusionados, con grandes esperanzas…
¡Aaahhh! ……Qué hermoso es el amor.
Y así seguimos por la vida, conociendo gente, enamorándonos, esperando encontrar a nuestra “pareja ideal”, aquella persona por la cual haríamos cualquier cosa y de la cuál esperamos exactamente lo mismo. Y eso no es posible. No puedes esperar de alguien con total libertad de vivir su propia vida que sienta lo que TÚ quieres que sienta, no puedes obligar a alguien a sentir lo mismo que tú… no debes condicionar tu amor.
¿Por qué complicamos el amor?
Leí una frase el otro día que me puso a pensar:
“Nunca le digas a alguien TE AMO si no lo sientes realmente… por favor no digas estas palabras si no significan te amaré POR SIEMPRE, si lo haces, entonces no es real”
Creo que el amor no es simplemente decir esas palabras… el amor es hacer, es cuidar, proteger, compartir, ayudar, sacrificar, entregar, demostrar. Decía el filósofo griego Aristóteles, que el amor se compone de un solo espíritu compartiendo dos cuerpos… y estoy de acuerdo.
Yo digo que es momento de que celebremos el amor tal como es: simple, y nos dejemos de dramas.
¿Estás enamorado o enamorada actualmente? ¡Disfrútalo como si hoy fuera el último día de ese amor! No digas que es “el amor de tu vida” … ¡que sea “el amor DEL MOMENTO”! y que de ustedes dependa cuánto va a durar ese “momento”.
Si lo mantienen y permanecen juntos hasta el ocaso de sus días, es que lograron que TODOS LOS MOMENTOS fueran de amor y no sólo una expresión vaga de un sentimiento apasionado, sino una expresión continua de esas acciones necesarias para mantener ese amor. Como escribí antes: hacer, cuidar, proteger, compartir, ayudar, sacrificar, entregar, demostrar.
Llena tu vida de ESAS acciones en TODOS los momentos que compartas con alguien y llenarás tu vida de amor.
Cuando estás con alguien con quien logres esto, te sentirás satisfecho, en completa paz…te sentirás en casa. Al final de cuentas, ESO es el amor, que TÚ te sientas en casa: TÚ casa… TÚ vida… TÚ paz… TÚ satisfacción y que te sientas capaz de realmente compartirlo y, que con quien lo hagas, se sienta de la misma manera.
El amor es muy simple… Ámate y podrás amar.
Que tu felicidad no dependa de alguien más. Recuerda que debes cuidarte y amarte a ti mismo antes que a nadie, porque la relación más larga que tendrás en tu vida será contigo mismo. Y ya que tengas ese amor propio completo, que te des cuenta de todo lo que tienes que ofrecer, que puedes AMAR intensamente a alguien más, es entonces que podrás compartir “el amor del momento” todos los momentos que quieras y hasta que quieras.
Como decía Bob Marley: “Ama la vida que vivas, y vive la vida que ames” y si lo haces con alguien a quien realmente ames a tu lado, ¡qué mejor!
Sólo recuerda: si vas a decirle a alguien que lo amas, que sea REAL…. el amor es así de simple.
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