Por Liliana Fischer
Eres para otros lo que primero eres para ti mismo. No puedes dar a otro lo que no te das tú primero. Si no tienes amor propio ¿cómo vas a dar amor a otro?
La historia de cada persona nos revela el paisaje interno de su ser, si este se presenta de manera real y no desde la máscara. Somos co-creadores del estado actual de las relaciones que tenemos, o de la ausencia de las mismas. No somos víctimas.
Primero tenemos que encontrar la raíz de nuestros problemas. Cuando existe el autoconocimiento y nos aceptamos, entonces construiremos con cimientos sólidos. Si accionamos desde el amor con consciencia, será más asertiva la elección de pareja.
Si elegimos a la pareja desde el miedo, con conflictos propios no resueltos y esperamos que el otro los resuelva, los compense, o que llene los vacíos, no será una relación muy productiva.
Eva Pierrakos, en su libro del “Miedo al Amor” nos menciona: Cuando alcances la verdadera comprensión de ti mismo y te liberes de la prisión que tú te has construido, no existirá ninguna tensión en tu autoconocimiento ni en tus relaciones e intuitivamente sabrás escoger a las personas indicadas.
El Apego es el vínculo emocional que desarrolla un niño con sus padres, le proporciona la seguridad emocional necesaria para un correcto desarrollo personal y evolutivo, tanto social como emocional. Probablemente la Teoría del Apego de Bowlby se conecta con la elección de pareja adulta.
El Apego Seguro es cuando el niño siente la incondicionalidad de sus progenitores y tiene la certeza de que no van a fallarle. Hay seguridad, validación, amor y ellos establecen comunicación y contacto afectivo con el niño.
De adultos se relacionan de manera saludable ya que hay autoestima alta, y no buscarán a alguien que llene sus necesidades no cubiertas. Saben autorregularse emocionalmente, eligen parejas de una manera sana y saben vivir solos.
El Apego Ansioso-Ambivalente es cuando al niño la ambivalencia emocional le genera angustia. El niño no confía en sus padres y crece con una sensación de incertidumbre e inseguridad, debido a la inconstancia e inconsistencia en los cuidados.
Son adultos anclados al miedo, al abandono, necesitados de la aprobación constante del otro y de muestras de afecto, no toleran las separaciones pues son percibidas como abandono. Tienden a controlar y reprimir sus emociones para evitar mostrarse y mirar al otro.
El Apego Evitativo aparece cuando los padres no proporcionan la seguridad suficiente al menor, haciendo que desarrolle una autosuficiencia compulsiva y un distanciamiento emocional. Estos niños no suelen llorar cuando se separan de ellos y evitan el contacto.
Como adultos rechazan la intimidad y son distantes, irritables y algo solitarios. Tienen una alta tasa de interacciones negativas. Poco accesibles, se muestran muy autónomos, pero realmente están acorazados para evitar sufrir emocionalmente. Son personas inseguras y necesitadas de los demás, en especial de una pareja. Les cuesta estar solos.
El Apego Desorganizado (apego ansioso-evitativo) es por una conducta insegura o negligente de los padres. El niño presenta comportamientos inadecuados y contradictorios, no confía e incluso puede llegar a sentir miedo de ellos. Son inseguros, con tendencia a reacciones impulsivas o explosivas y con mal manejo de sus emociones. Se correlaciona con algunos trastornos mentales graves, como los trastornos disociativos o algunos trastornos de personalidad.
De adultos pueden tener relaciones interpersonales de maltrato o abuso psíquico y/o físico.
¿Cómo eliges a tu pareja? Las relaciones requieren trabajo, valor y determinación. La más importante es la relación con uno mismo, así que el compromiso comienza ahí.
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