Identidad anónima

Por: Liliana Fischer

Hace unos años di una conferencia: La discriminación de la Mujer Fálica, Arte y Vida de Louise Bourgeois. El título y el término mujer fálica, causó incomodidad en la maestría de psicoanálisis.

La investigación, el cuestionamiento y la definición de la terminología fue mi reto. Llegué a la conclusión que hasta la definición de mujer está definida por el hombre. Los adjetivos calificativos que asociamos y asignamos de manera verbal, de roles, desde lo familiar y lo cultural ha sido definida por el sexo masculino y ha llevado años descifrar, resinificar, y redefinir por mujeres de distintas épocas que han sido sabias y han ido en contra del statu quo, siendo ignoradas, nulificadas y perseguidas.

Tanto para Freud como para Lacan existe un solo referente: el falo, para la distribución de los sexos. El falo como referente simbólico (pene) o los atributos que este simboliza. El hombre define a la mujer. El principio Freudiano es la mujer que tiene envidia del pene. Desde Lacan la mujer es la que carece del falo. Entonces la mujer y su definición parten desde la carencia de un órgano sexual externo (simbólicamente).

Freud describe a las histéricas como mujeres que se alejan del tipo ideal esperable para su sexo. Se alejan en el sentido de que algo les ‘sobra’: (inteligencia, ambición, estudios, e independencia) de lo que correspondería a su naturaleza femenina.

Andreas-Salomé había publicado un estudio sobre el amor sexual, Die Erotik (1911), antes de conocer al fundador del psicoanálisis. En 1912 Andreas hizo estudios psicoanalíticos con Freud en Viena y por un período ella fue la alumna más cercana a él. Ella mantuvo reuniones y correspondencia con Freud durante más de dos décadas. Freud diría de ella: “una mujer de peligrosa inteligencia”. En 1913 Andreas-Salomé trató pacientes practicando el psicoanálisis, sólo en 1920 ganó reconocimiento profesional.

En los años 20’s, un grupo de analistas mujeres en Viena se encargaron de la reivindicación de la vagina y desde ahí proclamar la existencia de la mujer.

La escritora Virginia Woolf, vivió en un mundo de hombres y en 1929 publicó Una Habitación Propia, obra en la cual la autora se pregunta: "¿Qué necesitan las mujeres para escribir buenas novelas? Independencia económica y personal, o sea, una habitación propia".

La artista Louise Bourgeois, compartió: "Mi trabajo lidia con problemas pre-género, por ejemplo la envidia no es masculina o femenina, básicamente es la integración de ser un ser completo sin envidia, ni angustia, sin castración, sino como persona completa y con igualdad o equidad para accionar en cualquier área, intentando cumplir con los deseos propios, no a través del otro. "

Simone de Beauvoir, filósofa y escritora francesa, fiel creyente en la igualdad de los derechos de la mujer, publicó en 1949 El segundo sexo, ensayo analítico sobre el papel de las mujeres en la sociedad y la construcción del rol y la figura de la mujer, considerado fundamental en la historia del feminismo. Nos compartió: El día que una mujer pueda no amar con su debilidad sino con su fuerza, no escapar de sí misma sino encontrarse, no humillarse sino afirmarse, ese día el amor será para ella, como para el hombre, fuente de vida y no un peligro mortal.

Uno no nace mujer, se hace mujer. La feminidad tiene como tarea fundamental, el forjar una identidad y una subjetividad sexual femenina autónoma y libre de la determinación del tutelaje masculino. Por lo que la identidad definida desde uno mismo, con los adjetivos calificativos que reconocemos y desde la esencia propia es fundamental para dejar de ser una identidad anónima.

Contacto:

lilianafischer@hotmail.com

YouTube: https://www.youtube.com/channel/UC4L22pPBEBMXwIH5fnBHKIw

Facebook: https://www.facebook.com/introspect.arte.7/

https://www.facebook.com/Psic%C3%B3loga-Liliana-Fischer-enfoque-psicoanal%C3%ADtico-y-arteterapia-963373327103855

Celular: 8711817896