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EL ESCUDO DE LA INTEGRIDAD



En la vida personal como en la profesional, la integridad es un escudo. En esta época donde nada es privado y donde nos exponemos constantemente a dispositivos y medios electrónicos que captan, graba y registran nuestros movimientos, nuestras acciones y nuestras preferencias se hace indispensable estar conscientes de la necesidad de reforzar el comportamiento integro y apegado a valores espirituales y morales.


Todos hemos participado o conocido conversaciones donde se vierte información sensible o clasificada o conocemos a personas en quienes confiamos o quienes nos favorecen con su confianza. A medida que la tecnología avanza nos vemos inmersos en una especie de show gigantesco de realidad virtual tipo big brother en el cual estamos a merced de otros y sin certeza de que lo que hablamos o hacemos esta en buen resguardo.


La integridad como valor, es un temor de ofender o traicionar de pensamiento, de omisión o de obra a quien consideramos valioso en nuestra vida. Es apegarnos desde lo intimo a la practica de lo que creemos correcto, justo y virtuoso. Quienes tenemos una creencia o practicamos una vida espiritual estamos apegados en valores a un Dios supremo y su ley inmutable, otros a reglas morales humanas que los rigen y pueden funcionar pero en ocasiones cambian según la época y otros más desafortunadamente solo obedecen a su propia ley donde los intereses y necesidades son sus apetitos más primitivos y deben ser satisfechos a costa de lo que sea sin tomar en cuenta a sus semejantes.


La virtud de la integridad tiene que ver con la congruencia del ser en lo intimo y en lo publico, no responde a una conducta que solo se expresa ante los demás, sino a un trabajo individual, interno, profundo de auto conocimiento y constante transformación  reconociendo la debilidad humana que habita en nosotros y buscando doblegar y someter eso que se aleja de los principios bajo los cuales nos regimos.


Todos hemos sido testigos de escándalos politicos o aquellos donde personas publicas con cierta reputación se ven involucradas ante la exposición de conversaciones privadas, grabaciones, videos y filtraciones que nos horrorizan y nos ofenden como ciudadanos y por si fuera poco las cámaras instaladas en lugares publicos, las  conversaciones por medios electrónicos, las búsquedas por internet, los algoritmos que constantemente nos estudian y bombardean para utilizarnos como objetivo de consumismo, no descansan. 


Alguna vez te has preguntado que pasaría si tus conversaciones triviales con amistades se hicieran publicas? O la comunicación profesional, información sobre clientes, proveedores y tus transacciones fueran expuestas,  que sentimiento te produce el imaginarlo? Escalofríos? O tranquilidad? La cuestión para un creyente es que esto siempre ha sido una realidad donde nada permanece oculto para Dios,


 Pero si no lo eres y tu respuesta fue la primera quizás sea importante considerar reforzar la integridad como un valor en tu vida, aceptar que no somos perfectos pero que realmente el trabajar en practicar valores, espiritualidad y congruencia en un mundo donde nada nos pertenece en lo privado, y saber que integridad puede ser un escudo protector para nuestra vida y una fuente de paz con Dios y los demás.

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