La representación pictórica, es una expresión de comunicación desde antes de que se desarrollara el alfabeto, las letras, la gramática y, por ende, el habla. Desde tiempos ancestrales, el dibujo en las cavernas fue de las primeras representaciones comunicativas de las tribus.
Al pasar de los años, el proceso creativo y lo que después se convirtió en arte, viene a ser observado y admirado en ocasiones; disruptivo en otras, y, finalmente, el observador decide la interpretación que le da.
Los artistas expresan emociones, sentimientos, pensamientos, y se ven influenciados por vivencias, su entorno, la naturaleza, la sociedad, los factores políticos y económicos, sus creencias religiosas y sus valores. Toda obra de arte tiene una historia que contar, pero, para comprenderla, el espectador debe de ir más allá de lo que a simple vista se ve, hay que tratar de descifrar la comunicación.
Para mí, lo simbólico, la significación del arte y el observador, tiene que ver más con la conexión con la obra. La obra revela, de una u otra manera, el “sí mismo” del artista, ya que la psique se devela en la obra haciendo manifestaciones conscientes e inconscientes. La interpretación del arte es libre y sin limitación.
El análisis formal de una obra de arte, se centra en sus aspectos visuales y formales, como la composición, el color, la línea, el espacio, la perspectiva y la textura. Estos elementos, son clave para entender cómo el artista transmite su mensaje y crea una experiencia estética para el espectador.
Observar detenidamente la obra e identificar elementos como la importancia de los objetos, el contraste entre luces y sombras, o la paleta de colores, nos permite descubrir pistas sobre el significado simbólico de la obra.
El análisis simbólico y temático es otra forma de encontrar los significados ocultos, esto nos invita a decodificar los significados en el contexto de la obra.
El identificar los temas principales que aborda la obra, nos proporciona el contexto político, social, religioso o emocional. Esto nos acerca al artista y nos permite reflexionar sobre su mensaje.
Toda obra de arte surge de un proceso creativo que se alimenta de influencias e inspiraciones. A veces, eso nutre la comprensión de su estilo y de las decisiones estéticas que toma el artista al crear la obra.
Recientemente tuve una exposición con mi madre e hija titulada “Génesis”, esta es la primera vez que las tres exhibimos nuestra obra en un mismo espacio. Fue muy interesante y sorprendente escuchar la retroalimentación de los asistentes, así como su interpretación de las obras.
Para nosotras, el título de la exposición “Génesis”, representa el origen o el principio de algo y hace referencia al origen del mundo. La simbología conecta con la creación, la creatividad y su proceso. Para nosotras representa el anclaje a mujeres fuertes, al homenaje a los antepasados y al linaje familiar. Buscamos, a través de la obra, expresar contenidos del inconsciente colectivo y formas transpersonales que reflejan la problemática de carácter universal a todos los seres humanos.
Interpretar el significado de una obra de arte, es un proceso apasionante y activo que nos invita a sumergirnos en un viaje inolvidable del diálogo entre el artista, la obra y el observador. Al explorar el contexto histórico y cultural, analizar los aspectos formales, descifrar los símbolos y temas, así como conocer las influencias y el legado de la obra, podemos acercarnos a su verdadero significado y disfrutar de una experiencia enriquecedora.
¡A deleitarnos interpretando arte!
Por Liliana Fischer
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