Por: María Isabel Uribe Velasco - Psicóloga Clínica.
Me gusta febrero, porque aunque es un mes que se ha comercializado y nos lleva a comprar cosas que nos parecen innecesarias, es cierto que esas cosas también representan el deseo de mostrar nuestro afecto.
En esta vida urbana, donde las prisas, el tráfico, los compromisos laborales y sociales nos absorben desde hace siglos, este mes nos ofrece (con todo y el mercantilismo), un momento para pensar en el amor.
Y aunque el amor tiene muchas caras y objetos de deseo, sin duda uno de los momentos más importantes en nuestra vida, es cuando empezamos experimentar esos sentimientos que nos eran desconocidos (seguro que usted lo recuerda).
Esto sucede cuando entre los 13 o 16 años, un día, de repente, alguien se encuentra ahí, justo frente a nosotros y nuestro cuerpo empieza a sentir una emoción desconocida. Al inicio nos sorprende, algo nos atrae hacia esa persona y la vemos queriendo que no se note nuestro sentir (nos ruborizamos, se acelera nuestra respiración, las palabras huyen). De pronto hay otro que existe, que se vuelve sumamente importante en nuestra vida, aunque aquella persona, tal vez, ni siquiera se dé cuenta (o tal vez sí).
¿Todos pasamos por esta experiencia?, sí. Aquel que no lo hace, debe tener algunas experiencias negativas que no le permiten desarrollar estos sentimientos.
En alguna ocasión, un señor. me preguntaba, ¿por qué teníamos esta necesidad de tener pareja?, si este tipo de relaciones eran complejas y difíciles. Y efectivamente, la relación donde hay sentimientos amorosos, una atracción sexual y social, tiene muchos retos.
Existen varios factores para que suceda esto. Principalmente que, como individuos, somos seres únicos, inigualables e irrepetibles. Seguramente en cualquier relación entre dos personas habrá diferencias.
En la relación de pareja, se desarrolla inicialmente una atracción física, seguida por los deseos de intimar, de estar más cerca de aquella persona que nos agrada. Y si en ese camino nos gusta cómo se comporta, cómo piensa, cómo vive sus emociones, encontramos una identificación.
Entonces, ¡ya! queremos todo con esa persona. Y aquí les tengo que decir, que la fuerza más grande que nos atrae a esta circunstancia es el amor, empezamos a sentir que queremos a esa persona.
Un día, escuchamos una canción*: “En secreto y en silencio te amaré, al instante en lo prohibido, te amaré, en lo falso y en lo cierto, con el corazón abierto, por ser algo no perfecto, te amaré.”
Entonces nos sentimos transformados; nos damos cuenta, tal vez por primera vez, de lo que significa el amor
Y aquí quiero hacer un paréntesis, porque sobre el amor, lo que más tenemos que entender y comprender es que se vive como una emoción. Lo que pensemos no nos ayuda, y si aquí agregamos las diferencias que necesariamente se darán en la relación y no se resuelven a corto plazo, esto traerá dificultades para que esa relación crezca sanamente.
La recomendación es que, si una pareja tiene conflictos y esto está causando tal problemática -que ya están pensando en una separación, o entra una tercera persona en medio-, busquen ayuda psicoterapéutica. Una pareja necesita revisar sus sentimientos amorosos, antes de tomar cualquier decisión. Si hubo un momento donde nos sentimos atraídos por esa persona, es muy probable que sí hubo esa magia emocional, se estaba iniciando el amor. Y a éste hay que cuidarlo, pues es una de las experiencias de mayor importancia en nuestra vida.
Feliz Febrero.
¡Que tengan una excelente vida!
*Ref. -Autores de la canción Te Amaré: Miguel Bosé y Juan Carlos Calderón. Cantante: Miguel Bosé.
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