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De Castilla a Latinoamérica

Updated: Feb 19, 2022

Por: José Alfredo Ciccone

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Alguna vez, el talentoso escritor Julián Marías, refiriéndose al poeta Antonio Machado decía: “Su vida transcurrió siempre en el ámbito de la honestidad, con una tímida impavidez, que finalmente lo acompañó hasta su muerte, solitaria y desvalida, -ligero de equipaje, fiel a sí mismo.”

Una definición simple y lacónica de un poeta extraordinario, tal vez el que más le llega a los españoles y que ha conmovido y sigue impactando gratamente a varias generaciones, aunque su desaparición física fue hace 83 años.

Fue genuino, sencillo, sin puestos brillantes, sin dinero, sin demasiada fama, que de todas maneras no le hubiese venido mal y seguramente no lo conmovería. Amó a su tierra y fue libre para querer lo que era y lo que debía hacer. Amó el idioma y lo hizo instrumento para cantarle a las cosas. Alguna vez manifestó esta maravilla: “Mientras dure la lengua castellana, durará mi estremecimiento poético”.


No crean mis lectores de Urbanus que me equivoqué de tema hoy, lo que sucede es que me tomé licencia para dedicarle estas líneas de introducción a un poeta que hablaba directamente al corazón y a la pasión de otros hombres, con versos conmovedores como éste:


“Me dijo una tarde

de la primavera:

Si buscas caminos

en flor de la tierra,

mata tus palabras

y oye tu alma vieja.

Ama tu alegría

y ama tu tristeza,

si buscas caminos

en flor en la tierra”

(Fragmento de Inventario Galante)

Bueno, ahora sí a lo nuestro, tratar de hablar mejor nuestra lengua y conocer más de ella, seguramente nos lo vamos a agradecer toda la vida y el extraordinario poeta Machado, desde el más allá, estará complacido de que así sea.

En pleno 2022 hoy tenemos más accesos para informarnos sobre nuestro exquisito idioma y de satisfacer dudas a través de un simple teléfono móvil. Podemos y debemos enterarnos mejor sobre aquellas palabras que suenan bien pero que nos siguen resultando algo extrañas al no conocer su significado. Adentrémonos pues en esta riquísima lengua española.

Por ejemplo, sabía usted que gran parte de los apellidos de estas latitudes, debido a la inmigración y herencia española, son de ese origen y se llaman PATRONÍMICOS. Se formaron agregando los sufijos -z o –ez al nombre primitivo; de esta forma la persona que llevaba este patronímico era mejor considerada como -descendiente de- la que llevaba el nombre original.


Algunos conocidos son:

*ÁLVAREZ era considerado hijo o descendiente de Álvaro; DIEGUEZ de Diego; FERNÁNDEZ de Fernando; GIMÉNEZ Y JIMÉNEZ de Jimeno; GONZÁLEZ de Gonzalo; HERNÁNDEZ de Hernando; LÓPEZ de Lope; MÉNDEZ de Mendo; PÉREZ de Pero; RAMÍREZ de Ramiro; SÁNCHEZ de Sancho, entre otros casos, la lista es tan larga como interesante descubrir, si tiene que ver con nuestros apellidos.

¿Y qué ocurre entonces, con la acentuación y los plurales en estos patronímicos? En principio, aclarar que las mayúsculas deben acentuarse siempre, sin excepciones. Esto es válido para cualquier palabra. De esta manera se escribirían correctamente muchos términos y un buen número de frases publicitarias o de titulares colaborarían a despejar dudas gramaticales.


*Los patronímicos con acentuación grave y esdrújula no aceptan el plural por razones fonéticas y morfológicas: los Pérez, los Álvarez y no los Péreces o los Alvareces.

* Algunos apellidos españoles de acentuación aguda terminados en s, tampoco aceptan el plural. Por ejemplo Solís y Cortés. Debe decirse los Solís o los Cortés. Y no, los Solices o los Corteces .

Otros patronímicos con acentuación aguda, admiten el plural aunque suenen mal: de Muñiz y Ortiz, los Muñices, los Ortices.

Vale la pena aclarar que los apellidos que no son de origen español, no admiten la forma plural: los Kennedy, los Di Lorenzo, etc. además respetan la grafía y la pronunciación de su lengua original. Así tenemos Sadam, Shamir, Hiroito, O’Higgins, Wagner, Mozart.


Otra dificultad que presentan en determinados casos los apellidos, es su ordenación alfabética. Los que llevan artículos, preposiciones o contracciones minúsculas, se rigen por la norma que establece que no debe incluirse en el apellido ningún elemento que originalmente no forme parte de él, salvo que esté fusionado.

Revisemos algunos casos:

-Apellidos españoles y portugueses: los artículos y las preposiciones se posponen: Castillo, Andrés del; Santos, Mauro dos.

-Apellidos Italianos: se dividen en: 1) en burgueses y modernos, que anteponen artículos y preposiciones: D’Annunzio, Gabrielle, y 2) medievales nobiliarios, que posponen estas partículas: Médicis, Lorenzo de.


En este recién estrenado 2022, en pleno romance invernal con el clima y la vida que se deja acompañar, esperando que la primavera nos alcance pronto, le hemos echado una mirada de revisión a los patronímicos, recogemos algo de la antología poética de Machado para seguir, como él decía, haciendo camino al andar, al ritmo que los tiempos, las crisis y las pandemias impongan, porque a menudo se encontrarán con la porfía humana anidada en su fe, que resultará siempre mucho más grande que los problemas que se presenten.


ABRAZO RENOVADO PARA ESTE 2022

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